5 tipos de patanes

Mezclé todo lo que sé y me han contado sobre los patanes, con  las cientos de horas que he pasado mirando televisión y éste fue el resultado:

Según un artículo de dudosa fuente que encontré en Internet, las personas acusadas de patanería reúnen lo que los psicólogos de la personalidad han llamado “la tríada oscura”, la cual incluye una alta dosis de narcisismo, es decir, se sienten la flor más bella del ejido y aún no logran comprender qué está esperando el Sol para ponerse a girar alrededor suyo; una mente maquiavélica porque, con tal de conseguir lo que quieren, son capaces de decir o hacer cualquier cosa, y una ligera tendencia psicópata, porque en todo el proceso no sienten la menor culpa. Si usted ha tratado con un patán o patana estará de acuerdo con que hay algo oscuro en su personalidad, sin embargo, tómese la información con reservas y recuerde que uno no puede creer todo lo que lee en Internet y mucho menos si lo dijo un psicólogo.

Para contribuir a la ciencia, yo también he dedicado los últimos años de mi vida a estudiar esta peculiar conducta humana y después de constante observación antropológica, entrevistas a profundidad y una exhaustiva investigación-acción-participante, he logrado categorizar cinco tipos de patanes representados en personajes de la cultura pop; o en otras palabras, mezclé todo lo que sé de la patanería con las cientos de horas que he gastado mirando series:

• Mr. Big (Sex and the city): Atractivos, bien presentados y con cierto aire enigmático. Cuando se acercan a ti lo hacen parecer una casualidad. Son encantadores, en parte por su trato fino y sus palabras precisas, y en gran medida porque tienen una forma de mirar que hace sentir fascinante a quien le pongan enfrente. No hablan mucho, pero cuando lo hacen son extremadamente convincentes, antes de entender qué fue lo que te pidieron ya les habrás dicho que sí, y si te dicen que te llamarán vas a notar demasiado tarde que nunca te pidieron tu número.

• Barney Stinson (How I met your mother): También son atractivos y encantadores pero, a diferencia de Mr.Big, cuya genuina personalidad es suficiente para cautivar a cualquiera, el patán a la Barney Stinson recurre a todo tipo de mentiras y artimañas con tal de acercarse a su objetivo, por ejemplo, es capaz de decirte que es padre
  soltero, virgen o un alma tierna que sólo quiere encontrar con quien mirar el atardecer. Si hacerse los sensibles no funciona, buscan impresionar de alguna manera, ya sea con su trabajo, sus aventuras, su conocimiento, su coche o el tamaño de su pene, que por lo general es inversamente proporcional a sus ganas de impresionar. Este método es más rápido que el de Mr. Big, aunque también menos efectivo, en especial cuando lo intentan aplicar con alguien que nació con la cuota mínima de sentido común.

• Don Draper (Mad Men): Tienen todo el carisma y la gallardía de un Mr. Big pero su fuente de atractivo no radica sólo en la imagen que proyectan, sino en la complejidad de su mundo interior; un mundo frágil, dañado y frecuentemente inundado en alcohol. Los Don Drapers tienen un lado artístico muy desarrollado, la mayoría son músicos, pintores o poetas. Su afecto es impredecible, así como un día pueden dedicarte su mejor obra, al siguiente te avisan que ya se consiguieron otra musa. Justifican su actitud egoísta en su enorme “sensibilidad” y en sus traumas de la infancia. Hablan poco de su vida personal pero cuando lo hacen, inspiran en quien les oye la enorme necesidad de confortarlos y salvarlos de sí mismos. El alcohol es su debilidad, unas cuantas copas y estarán escupiendo las declaraciones más cursis y ridículas, pero una vez que los alcanzó la cruda terminan diciendo “no me acuerdo de nada…” y vuelven a ser los mismos cretinos de siempre.

• BoJack Horseman: La clave para ser un patán al estilo BoJack Horseman es, aunque suene paradójico, la honestidad, mucha, tanta que se convierta en cinismo. Ellos piden lo que quieren sin rodeos ni medias tintas y basan su autoconfianza en aspectos materiales como su atractivo físico, fortuna, poder o fama. Suelen ser prepotentes, poco considerados y extremadamente narcisistas, si ellos no son el tema de conversación entonces no habrá conversación alguna. Su estrategia es tratarte como si fueras afortunada por haber tenido la oportunidad de respirar cerca de ellos y si los rechazas te harán saber que hay muchas a quienes les gustaría estar en tu lugar. Si aceptas los términos y condiciones de estos caballeros, ten presente que lo único que puedes esperar de ellos es un buen chancro, en el mejor de los casos.

• Jess Mariano (Gilmore Girls): Si usted carece de encanto, carisma, dinero o fama, no se preocupe, todavía puede ser un patán al estilo Jess Mariano; por mucho el peor novio de Rory Gilmore (y eso que los otros también apestaban). Para ser un buen Jess, es preciso estar cargado de una alta dosis de autodesprecio y tratar a los demás como si fuesen los responsables de que nuestra vida sea miserable. Sea cretino, ingrato y aprovechado; pórtese mal, muy mal y haga que la gente espere lo peor de usted. Una vez que haya dejado los estándares bien abajo, elija a su víctima de patanería y tenga un gesto de mínima cortesía hacia ella, así la hará sentir especial. Para que esta técnica funcione hay que dejar claro que no es que seamos imbéciles, sino incomprendidos, de este modo la persona que se anime a lidiar con nosotros sabrá que aunque a simple vista parezcamos un pedazo de basura, en el fondo guardamos algo encantador que sólo ella puede descifrar.

Seguramente estarán preocupados por la equidad de género y dirán “también hay mujeres patanas”; y no podría estar más de acuerdo con ustedes. Sabemos que hay señoritas que representan a estos patanes a la perfección, sin embargo, por cuestiones culturales personajes así tienen menor presencia  en la industria del entretenimiento. En una sociedad machista la patanería no sólo es más permitida en los varones sino también fomentada y glorificada, después de todo ¿Quién no siente simpatía por Barney Stinson?

Si los patanes fueran completamente nefastos, ni siquiera les permitiríamos entrar a nuestra vida, pero hay algo seductor en ellos que nos incita a abrirles las  puertas de nuestra confianza. Sí, sabemos que son narcisistas, maquiavélicos y un poco psicópatas, sin embargo, tampoco podemos culparlos por nuestra decisión de relacionarnos con gente narcisista, maquiavélica y psicópata. A veces basta con conocer a un Don Draper para reconsiderar nuestros criterios de selección, otras se necesita pasar por cinco; y si de plano una ya no tiene remedio, lo mejor que puede hacer es escribir un artículo sobre eso, así cuando volvamos a caer, lo haremos con mayor experticia.

Nota: ¿Qué por qué no agregué a Joey Tribbiani de Friends? Porque entra en la misma categoría que Barney Stinson, pero sin glamour.